De "Crítica y Transparencia" al "Proyecto Ágora"






Por Hermes Claveria



1. Crítica y Transparencia.

2. La Asociación para la Cooperación Internacional.

3. Creación del Programa de Animación Permanente de Redes de Pensamiento Complejo en América Latina y el Caribe.

4. La Carta de la Transdisciplinariedad y la creación de la Revista Complejidad.

5. Creación del Instituto Internacional del Pensamiento Complejo (IIPC).

6. Creación de la Cátedra Itinerante UNESCO Edgar Morin (CIUEM).

7. El Proyecto Comunicólogos.

8. Creación del Proyecto Ágora.



1. Crítica y Transparencia

Durante el convulsionado período político inmediatamente anterior al golpe militar de 1976 en Argentina, donde se destacaba la relación conflictiva entre la transformación del Movimiento Peronista (luego del exilio, regreso, tercera presidencia y fallecimiento de su líder Juan Domingo Perón), y el resto de la sociedad que no compartía su visión social y su compleja trama política, algunos estudiantes de filosofía de la Universidad del Salvador (USAL), liderados por Raúl Domingo Motta y Daniel Carbone, conforman un grupo de estudios abierto (participaban profesores y estudiantes de otras facultades, universidades y de la enseñanza media) sobre las transformaciones sociales y culturales del mundo.

Los temas de estudio se centraban en el análisis sobre el agotamiento de los modelos sociales e ideológicos de la modernidad occidental (sobre todo la crisis de la idea del progreso y del marxismo como teorías metahistóricas).

Además el grupo se sentía equidistante, tanto de la visión de la izquierda, como de las pautas e ideologías de la derecha, que en aquel momento pretendían monopolizar, dogmáticamente, el discurso "iluminado" sobre la situación de América Latina y el Caribe (ALyC). Para el caso específico de la situación argentina, en el grupo se discutía sobre los distintos componentes que conformaban la crisis irreversible del peronismo, en particular, y de la clase política y los líderes de la sociedad, en general.

Dentro de ese contexto, el peronismo se transformó en un partido de clase media “arribista” y cuyo objetivo era conquistar los espacios de la burocracia del estado y del partido. Al mismo tiempo, las transformaciones económicas del mundo, carcomían las bases y los valores en que hasta ese entonces se sostenía el ideario de aquella clase media, ahora lanzada a un proceso de pauperización, que en aquel momento recién comenzaba a notarse y que con las resoluciones económicas de la dictadura militar, se transformaría en una tendencia irreversible hasta el presente.

Pero por sobre todas las cosas, el grupo se sentía ajeno a las interpretaciones reduccionistas de los signos de transformación planetaria, que en ese entonces, comenzaban a emerger en el mundo y que hoy están a la vista de todos, realizadas por parte de los estamentos académicos tradicionales.

Se sumaba a ello un profundo desacuerdo con las posturas ideológicas que, en aquel tiempo, postulaban la vuelta a un presunto americanismo e incluso el rescate de una filosofía latinoamericana original, que junto con un neonacionalismo “crítico” y los movimientos de la llamada “Teología de la liberación”, buscaban un nuevo discurso de salvación social.

El punto de partida para la reflexión del contexto social del país que Raúl Domingo Motta proponía por ese entonces, partía de una reflexión de Rodolfo Kusch:

Si uno piensa en el filosofar impuesto por las generaciones liberales con su academicismo, uno termina por concluir que sólo se enseñó técnicas (entendiendo en este caso el término técnica por método), ajenas, y como eran técnicas para filosofar y eran ajenas no debían ser usadas, de ahí entonces la actitud esterilizante de lo académico.

Quizás de ahí nuestra limitación y nuestra esterilidad filosófica. Pero entre nosotros se agrega otra cosa. No se piensa, porque no se tiene una técnica, pero ante todo porque se tiene miedo. El montaje de una nacionalidad como la Argentina y como las otras de latinoamérica, tienen que haberse montado sobre el miedo de que todo es falso en el fondo. [...]

Se enfrenta al caos para garantizar lo previsto. Y para garantizar esto se usan técnicas. Con esto se mata el tiempo, porque se sustrae la posibilidad de la novedad.

[...] El filosofar así es nomás que un manipuleo técnico. De ahí la suposición de que pudiera haber una profesionalidad del filósofo: pero una profesionalidad enquistada, autosuficiente que a nadie sirve en América.

Por eso, ser filósofo, si cabe hablar de él, entre nosotros, no consiste en una actividad extra-filosófica, sino que tiene, para subsistir, que realimentarse constantemente en la universidad
misma. Así, sólo el estado puede ampara un actividad estéril en sí misma, o mejor esterilizada y aséptica por una reiteración académica, y por el miedo de los sectores medios que no quieren asomarse a la calle.

[...] En suma, hemos perdido a fuerza de técnica la posibilidad de abarcar todo el área que debemos comprender como filósofos. De ahí el juego, de ahí el reingreso a la universidad, de ahí el refugio en los cargos burocráticos. Todo eso es también filosofía, pero de la peor para una toma de poder.

En aquel momento, las reflexiones del filósofo argentino Gunter Rodolfo Kusch (1922-1979) impactaron fuertemente en los líderes del grupo y fueron más tarde confrontadas y complementadas con las lecturas de Edgar Morin, Kostas Axelos y Cornelius Castoriadis. Influencia que complementaban y en algunos casos, se contraponían a las lecturas de pensadores provenientes de la Escuela de Frankfurt y del postestructuralismo francés, como discurso crítico alternativo y de moda.

Rodolfo G. Kusch realizó un extraordinario camino de reflexión e investigación centrado en la problemática de la autenticidad del pensar latinoamericano y del destino político y cultural del continente. Las tres obras de este filósofo argentino que mayor interés generaron en el grupo fueron: Indios, porteños y dioses (1966), América Profunda (1975) y Geocultura del hombre latinoamericano (1976).


Se podrá estar de acuerdo o no con sus conclusiones siempre polémicas, pero su lectura en el grupo produjeron una tensión reflexiva y crítica muy importante que impulsó un proceso de desmitificación de creencias, presupuestos y saberes que sentaron las bases para la construcción de una nueva subjetividad colectiva de lectura y análisis del contexto local y global.

El artículo de Edgar Morin "Fragmentos para una antropología" de la revista francesa Argument número 18 de 1960, dirigida por el propio Edgar Morin y por Kostas Axelos como redactor en jefe, traducido y editado en ese entonces, por la editorial Rodolfo Álvarez en 1971 bajo el nombre de La nueva imagen del hombre, fue para para el grupo un gran aporte para reflexionar alrededor de un manifiesto sobre un pensar futuro.

La lectura de El Método II La naturaleza de la naturaleza (obra que más tarde, estará compuesta de seis volúmenes de factura irregular, donde el más profundo seguirá siendo este tomo II, que cuenta con una importante colaboración de Cornelius Castoriadis) y el artículo mencionado permitió comprender, en ese entonces, cuál era realmente el desafío y el posible camino que posibilitara enfocar, más adecuadamente, la reflexión sobre el contexto y la misión del pensamiento filosófico y, al mismo tiempo, comprender nuestra insatisfacción con las ideologías y "academias" del momento.

Pero el mayor impacto lo produjo el pensamiento de Kostas Axelos, sobre todo su libro El pensamiento planetario, cuya traducción al castellano apareció en 1969. Más tarde, la obra de Cornelius Castoriadis Los dominios del hombre: las encrucijadas del laberinto se transformó en una permanente guía reflexiva y de formación.

Estos filósofos de alguna manera, habían roto con el contexto académico, político, ideológico y cultural de su entorno, y por tal motivo, eran un horizonte nuevo para iniciar el diálogo sobre el futuro del pensamiento y la filosofía en América y en el mundo

Las reflexiones y el contenido general de las revistas Arguments y Socialismo o Barbarie fueron una extraordinaria ventana, para seguir de muy cerca, los debates en torno a la crisis de las ideas y cosmovisiones geopolíticas que conformaban la médula de la modernidad occidental.

La discusión y las diferencias entre ambas revistas, conformadas por intelectuales de una gran afinidad, en torno a la crisis de los marxismos y la transformación del capitalismo (sin olvidar la pregunta por el sentido de los acontecimientos del llamado Mayo del '68), permitieron al grupo analizar su contenido sin intermediarios.

Los programas de reflexión y de investigación presentados por Edgar Morin y Kostas Axelos en la revista Arguments fueron, por ese entonces, una fuente de inspiración y uno de los antecedentes principales de la futura revista Complejidad. Arguments fue entre otras cosas, producto de las agitaciones de la izquierda parisina que se derivaron de los acontecimientos de la
insurrección húngara y el movimiento revolucionario polaco de 1956, apareció por primera vez en 1956 y se editó hasta 1962.

Una síntesis de los fundamentos que orientaron las actividades y los contenidos de la revista y su colección de publicaciones fue realizada por el propio Axelos en los siguientes puntos:

1. Hemos de comprender la mundialización de los problemas, la era planetaria de la técnica, la suerte y las experiencias de nuestra vida real e imaginaria, privada y pública. Así puede y debe ponerse de manifiesto un nuevo espíritu de investigación y discusión, a la vez atento al presente y anticipador, lúcido y prospector. Solamente una interrogación global y multidimensional, solamente un pensamiento cuestionante puede captar lo que es y se hace, abriendo al mismo tiempo el porvenir.

2. De forma más clara que en nuestros comienzos, tenemos conciencia de oponernos al conservadurismo intelectual, y nos damos cuenta de que ese conservadurismo engloba el seudoprogresismo y la Vulgata marxista. De forma todavía más clara pensamos que nuestra función no es la de fundar una capilla o una escuela, sino de volver a iniciar por todas partes la crítica y el pensamiento no escolástico. Más claramente aún, sentimos una insatisfacción profunda ante toda observación que no esté en movimiento y que no se observe a sí misma, todo pensamiento que no afronte sus propias contradicciones y enmascare las contradicciones de lo real, toda filosofía que se reduzca a la palabra-clave y que no se ponga a sí misma en cuestión, toda palabra particular que se aisle del devenir mundial.

3. Preparar, en esta aurora -tan problemática- de la era planetaria un pensamiento nuevo y multidimensional, productivo y cuestionante, un pensamiento que se ponga a sí mismo en cuestión y que se atreve a afrontar la verdad como marcha errante.

4. Sin embargo, la colección Arguments no pretende edificar una visión del mundo o una enciclopedia del saber; no aspira al cómo universalismo o a la consolidación de una doctrina.

Estas palabras fueron muy importantes para el grupo porque permitieron contar con un referente y una experiencia que consideraba, con toda proporción guardada, análoga a su sentir y contexto. Mucho tiempo después, en el año 2001, Raúl Domingo Motta se encontrará en París con Kostas Axelos.

Más tarde se decidió que el grupo no sólo debía ser de lectura y discusión sino que también se dedicase a la enseñanza informal de la filosofía. Asimismo, comenzó a crecer en presencia y discusión la cuestión del destino de la poesía y su relación con la filosofía, la ciencia y la religión.

Relaciones problemáticas que más tarde se intentarán agrupar bajo el término transdisciplinariedad. En los talleres que se realizaban en el domicilio de los profesores y en los cafés, comenzaron a participar estudiantes de filosofía y ciencias sociales, poetas y estudiantes de letras.

Con el golpe militar de 1976, el grupo que no había tenido demasiado protagonismo en las actividades políticas, (su vocación era crítica e investigativa y su propuesta era vista por sus pares, como un tema descontextualizado y poco comprometido con las ideologías de los distintos sectores políticos e ideológicos en pugna), se hizo menos visible y a muchos de sus miembros no les quedó otra opción que un exilio interior, que junto a su poco protagonismo político y social (aunque habían liderado a una amplia red de participantes bajo la modalidad de inserción fluctuante), facilitó la continuación con los estudios y la visión de las transformaciones sociales existentes, a pesar de hallarse el país bajo una salvaje dictadura, que más de una vez, puso en peligro a sus miembros por no contar con ningún tipo de “cobertura” partidaria o política que les permitiera exiliarse a tiempo en el exterior.

Durante esta época dos instituciones tuvieron un papel fundamental de contención en un denso y represivo contexto social, la Facultad de Filosofía de la USAL [1] y la entonces Escuela Nacional Técnica Número 11 "Manuel Belgrano". En ambas instituciones, profesores y alumnos pertenecientes al grupo, realizaban estudios y actividades extracurriculares.

Durante el desenvolvimiento de las actividades de investigación informales se destacaron dos temas. El primero consistía en la cuestión de la crisis de la modernización de ALyC, en relación con el agotamiento del modelo desarrollista y la crisis del progreso de occidente (tanto desde la propuesta liberal como marxista). El segundo tema abordó el problema del estatus del conocimiento científico y del lugar de la filosofía en la crisis de la tradición racionalista de occidente. Dicho tema estaba vinculado con la problemática relación entre poesía y filosofía y el estatus de la primera como campo de conocimiento.

Por ese entonces, 1978, las actividades "abiertas" del grupo consistían en la organización de talleres de lectura sobre el Banquete de Platón. También dieron comienzo las participaciones de varios de sus miembros en otros grupos dedicados a la formación y lectura de la obra de G. W. F. Hegel, bajo la dirección de distinguidos profesores especialistas en el tema como Mercado Vera y Raúl Panuncio.

Actividad informal, dentro de las posibilidades permitidas por el estado de sitio que impuso la dictadura militar, que en esas épocas se realizaban en el domicilio de Daniel Carbone, y posteriormente, en el domicilio de Raúl D. Motta.

El curso/taller de ese entonces, sobre el Banquete de Platón, fue transformándose en una actividad significativa, a su vez, en un ritual instituyente del grupo, en especial en relación con su apertura a jóvenes estudiantes y ciudadanos en general. [2]

Los cursos continuaron dictándose hasta 1998, a pesar de las transformaciones y los cambios que se sucedieron.

En 1979 se produce un encuentro fundamental entre los animadores del grupo (Carbone y Motta) y las obras de Octavio Paz, gracias a la organización de un seminario sobre la obra del poeta mexicano: El laberinto de la soledad, dirigido por el profesor Raúl Ruibal Gutiérrez, en ese entonces profesor de la Facultad de Filosofía de la USAL. La lectura de las obras de Octavio Paz conmovió y obligó a repensar la orientación de la reflexión y los objetivos de las investigaciones informales realizada hasta el momento.

Durante la cursada de este seminario, se decidió refundar el grupo a través de la creación de un espacio que tuviera por finalidad la iniciación y animación de un movimiento filosófico y de reflexión sobre la situación mundial, ese espacio se denominó "Crítica y Transparencia", dos términos fundamentales en la visión poética y política de Octavio Paz.

A partir de allí la cuestión del fin de la modernidad y del estatus de la filosofía se tornó más radical. También la discusión sobre el sentido de la modernización de AlyC y el rol del intelectual en su sociedad. Por ese entonces la visión "latinoamericanista" de Rodolfo Kusch y la visión "cosmopolita" de Octavio Paz parecían dos visiones irreconciliables.

Una afirmación del poeta mexicano extraída de su obra Posdata, posteriormente muy difundida, se transformó en el eje directriz de la reflexión del grupo:

Los modelos de desarrollo que hoy nos ofrecen el Oeste y el Este son compendios de horrores: ¿podremos nosotros inventar modelos más humanos y que correspondan a lo que somos? Gente de las afueras, los latinoamericanos somos los comensales no invitados que se han colado por la puerta trasera de Occidente, los intrusos que han llegado a la función de la modernidad cuando las luces están a punto de apagarse -llegamos tarde a todas partes-, nacimos cuando ya era tarde en la historia, tampoco tenemos un pasado o, si lo tenemos hemos escupido sobre sus restos, nuestros pueblos se echaron a dormir durante un siglo y mientras dormían los robaron y ahora andan en andrajos, no logramos conservar ni siquiera lo que los españoles dejaron al irse, nos hemos apuñalado entre nosotros...

No obstante, desde el llamado modernismo de fines de siglo, en estas tierras nuestras hostiles al pensamiento han brotado, aquí y allá, dispersos pero sin interrupción, poetas y prosistas y pintores que son los pares de los mejores en otras partes del mundo.

Y ahora, ¿seremos al fin capaces de pensar por nuestra cuenta? ¿Podremos concebir un modelo de desarrollo que sea nuestra versión de la modernidad? ¿Proyectar una sociedad que no esté fundada en la dominación de los otros y que no termine ni en los helados paraísos policíacos del Este, ni en las explosiones de náuseas y odio que interrumpen el festín del Oeste?

Paralelo a ello comenzó a generarse en el grupo la necesidad de profundizar sus estudios sobre antropología y hermenéutica del símbolo, donde la presencia de Gilbert Durand y su obra fue de gran interés, a pesar de la gran diferencia sobre la forma de interpretar la imaginación y lo imaginario con Cornelius Castoriadis.

Además empezaron a estudiarse en contraste con las lecturas anteriores, aspectos epistemológicos de la ciencia sobre la base de las obras de Gastón Bachelard, Mario Bunge y Karl Popper con la finalidad de encontrar puentes entre los distintos campos del conocimiento.

Para ese entonces, la lectura del extraordinario contenido de la revista Vuelta de México se tornó imprescindible, porque fue para el grupo una ventana al mundo. La revista Vuelta fundada en 1976 por Octavio Paz no fue sólo un proyecto editorial, fue también un espacio de crítica y reflexión global sobre el siglo XX y un foro cosmopolita.

Como señaló su subdirector Enrique Krauze, en un artículo de diario La Nación de 1993, la revista era un puente múltiple porque comunicó a nuestros países con las tradiciones literarias y filosóficas de Europa y de otras latitudes.

Fue la primera revista literaria hispanoamericana en criticar los regímenes totalitarios del Este y del Oeste y en insistir sobre la urgente necesidad de democratizar no sólo a México, sino a toda Latinoamérica.

La vocación de Vuelta fue la de escribir y pensar en español con originalidad y para nosotros, dice Raúl D. Motta, un modelo a seguir, aunque por ese entonces inalcanzable en función de nuestros recursos y de nuestra precariedad intelectual.

En abril de 1985 invitado por el matutino La Nación, Octavio Paz visita por primera vez la Argentina, país que recién había ingresado al régimen democrático y que junto a Vargas Llosa, debía realizar una jornada de conferencias y debates en torno de la democracia.

Por iniciativa de un grupo de jóvenes de "Crítica y Transparencia" se decidió realizar una conexión "casual" con Octavio Paz.

Conexión exitosa que permitió la posterior reunión de reflexión, armonía intelectual y naciente amistad con el poeta mexicano y su esposa Marie José.

Una reunión que comenzó con un asado y se prolongó por ocho horas en la casa de la familia Lomenzo (cuyo hijo mayor Claudio Lomenzo era colaborador del grupo, poeta y alumno del profesor Raúl D. Motta en la carrera de electromecánica de la entonces Escuela Nacional de Educación Técnica N° 11 "Manuel Belgrano").

En ese encuentro participó, imprevistamente, el poeta argentino Roberto Juarroz quién posteriormente falleció en 1995.

En abril de 1986 volvieron Octavio Paz y Marie José a la Argentina, con la finalidad de lanzar la edición local de la revista Vuelta de Buenos Aires, bajo el nombre de Vuelta Sudamericana. La revista editada por la Editorial Sudamericana sumó 17 números y dejó de aparecer. El primer número apareció en agosto de 1986 y en enero de 1988 su último número.


En ese contexto se produjo otra reunión en Buenos Aires con Octavio Paz y Marie José, también con la participación del poeta Roberto Juarroz. Octavio Paz invitó al grupo a consolidarse y conformar una corriente de pensamiento y producción literaria y, por medio de ello, construir un sistema de vínculos en constante ampliación, de intercambio de experiencias, estudios y producción, actividad que denominó construcción de "vasos comunicantes".


2. La Asociación para la Cooperación Internacional

A fines de 1988, Raúl D. Motta se aleja del grupo Crítica y Transparencia, quedando la animación del mismo a cargo de Daniel Carbone quién falleció en el año 1991.

Más tarde, durante su paso por distintos organismos de la Función Pública como en ese entonces, el Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET) del Ministerio de Educación y Cultura, la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, el Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONYCET) y el Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP) (que en aquel momento todavía pertenecía a la Presidencia de la Nación), Raúl D. Motta en 1989 crea la Asociación para la Cooperación Internacional (ACI) y obtiene su personería jurídica como Asociación Civil en 1994.

ACI surgió como una herramienta de institucionalización de la convergencia de diversas "redes informales" que buscaban una mayor sistematización de sus actividades y resultados, y al mismo tiempo, una mayor inserción social y pública, en función de las demandas de capacitación y gestión por parte de entidades públicas y privadas, gubernamentales y no gubernamentales que
comenzaron a surgir, en directa relación con la visión de la transformación mundial y su impacto en el estado y los partidos políticos que se señaló antes. [3]

Entre las actividades más importantes que se desarrollaron en ACI se pueden mencionar:

1. La creación de una Comisión para la Investigación sobre Pensamiento Complejo; la implementación del proyecto para la Actividad de relevamiento y sensibilización de la potencialidad de la región del nordeste de la Provincia de Santa Fe, en el contexto de la formación del MERCOSUR, con el apoyo económico de la Comunidad Europea a través del Organismo de Cooperación Internacional AES "Centro de Collaborazione Comunitaria" de Padova, Italia.

2. El Dictado del curso sobre Prospectiva y Gestión Asociada, dentro del programa de "Metodologías y Políticas de Gestión Social" en convenio con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la Asociación Programa Hábitat (APROHA).

3. El Convenio con la Dirección Nacional de Formación Superior del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) de la Secretaría de la Función Pública, Presidencia de la Nación, para la formación y capacitación de funcionarios comprendidos en el Sistema Nacional de la Profesión Administrativa (SINAPA) y en el Programa de Formación en Alta Gerencia Pública del INAP.

4. La participación de casi todas las autoridades de ACI en distintas actividades correspondientes a la organización del Congreso Desarrollo Regional y Cambio Global: Nuevos Escenarios, realizado en la Comisión de Economías y Desarrollo Regional de la Honorable Cámara de Diputados de la
Nación en octubre de 1993.



3. Creación del Programa de Animación Permanente de Redes de Pensamiento
Complejo en América Latina y el Caribe.

La comisión de investigación sobre Pensamiento Complejo conformada en 1990 en el marco de ACI, decide crear este Programa con el objetivo de promover la lectura e investigación de esta temática y recopilar las investigaciones realizadas y experiencias detalladas al principio de esta travesía.

Se comenzó entonces un trabajo de análisis sistemático y posteriormente de diseminación de la obra de Edgar Morin y de distintas investigaciones sobre Illya Prigogine y otros autores relacionados con el tema del Pensamiento Complejo, en esas épocas, muy poco conocido en nuestro país y en ALyC.

Al mismo tiempo, Raúl D. Motta junto con Alejandro Ruiz Balza inician un plan de sistematización de la producción e investigación que en ACI se venía desarrollando sobre métodos de estudio y planificación prospectivos. La idea era vincular los análisis de los modelos prospectivos, desde la perspectiva crítica del Pensamiento Complejo.

En función de ello se analizaron los estudios prospectivos del Club de Roma, La Comisión Trilateral, los de la Universidad de las Naciones Unidas y finalmente, los del llamado Grupo de los Diez. Pronto se descubre que a pesar de que muchos de aquellos modelos contienen elementos conceptuales relacionados con modelos complejos, poco tienen de Pensamiento Complejo y esta limitación los hacía muy vulnerables en sus afirmaciones y proyecciones. Junto a ello se profundizaron los estudios sobre el impacto local y global de la Revolución Científica y Tecnológica.

Luego aparecen dos temas que concentraron el interés de los miembros del Programa, por un lado la noción de red, vista como una morfología organizacional de carácter estratégico en el desarrollo de proyectos sociales y económicos a nivel local y global.

Por otro lado, y directamente relacionado con el tema de las redes, el desafío de la planetarización de la humanidad como horizonte problematizador de cualquier proyecto político. En relación con esto último, la obra de Edgar Morin Para salir del siglo XX se tornó un referente fundamental.

El entusiasmo en torno a estas cuestiones consideradas estratégicas para comprender las transformaciones que se vivían y las que en un futuro próximo pudieran emerger, permitió la creación en marzo de 1993 y dentro de ACI, del Programa de animación permanente de redes de Pensamiento Complejo en América Latina y el Caribe.

En ese entonces se decidió realizar un programa de producción de documentos relacionados con los temas mencionados sin autoría y sin ninguna referencia institucional, para facilitar la apropiación por parte de otras personas, de los temas, discursos y reflexiones desarrolladas, con la finalidad de transformarlo en un flujo reticular anónimo. Imprevistamente, la estrategia generó un amplio impacto, hecho que reforzó la dinámica del grupo.



4. La Carta de la Transdisciplinariedad y la creación de la Revista Complejidad.

En 1993 se realiza un encuentro en Buenos Aires de los miembros del Programa con Edgar Morin.

Con este encuentro se concluye una etapa de esta travesía y al mismo tiempo nace una nueva dimensión para la reflexión, la producción y el desarrollo de proyectos en asociación con el pensador francés.

Inmediatamente Edgar Morin le solicita a Raúl D. Motta que tome contacto con dos entidades, el Centre International de Recherches et Estudes Transdisciplinaires (CIRET), presidido por el físico rumano Basarab Nicolescu y la Association du Programme Européen “Modelisation de la Complexité (AMCX), presidida por Jean-Louis Le Moine.

En una carta de abril de 1994, Morin le propone a Motta la creación de un instituto universitario sobre Pensamiento Complejo.


En 1994 Basarab Nicolescu invita a Raúl D. Motta a participar en el encuentro de Arrávida, Portugal, para la discusión y firma de la Carta de la Transdisciplinariedad.





En 1995 aparece el primer número de la revista Complejidad, publicación que rápidamente, y a pesar de su limitado presupuesto (ya que era subvencionada por los propios organizadores de la misma), se convierte en el referente principal del tema en el mundo hispanoparlante y cuenta con el entusiasmo de Edgar Morin y otros pensadores del momento.



Al poco tiempo, la revista recibe el apoyo y la hermandad de otras publicaciones como Pluriverso de Milán, Italia, revista dirigida por Mauro Ceruti, Transdiciplines, Revue d'Epistemilogie critique et d'Anthropologie Fondamentale producida por el Groupe de Reflexion Transdisciplinaire (GRT) de Pau, Francia, La Lettre “Chamin Faisant...” de la AMCX y RELEA de Caracas, Venezuela. Se realizan intercambios, elaboración de artículos así como también sus miembros son invitados a ser parte de los respectivos Consejos Científicos.

En 1996 el Programa de animación permanente de redes de Pensamiento Complejo en América Latina y el Caribe se autonomiza de ACI con la finalidad de lograr una mejor identidad y eficacia en la gestión de las distintas redes que lo conforman y de las actividades relacionadas con la revista Complejidad. Dicha revista dejó de aparecer con la creación del Instituto Internacional para el Pensamiento Complejo (IIPC) y posteriormente de la Cátedra Itinerante UNESCO “Edgar Morin”.



5. Creación del Instituto Internacional para el Pensamiento Complejo (IIPC).

En 1997 la solicitud de Edgar Morin de tres años atrás sobre la creación del IIPC se hace realidad, con el apoyo de las autoridades de la Universidad del Salvador (USAL), Buenos Aires, Argentina.

Con Morin como presidente del mismo, el más tarde fallecido premio Nobel Illya Prigogine, como uno de los miembros más destacados de su Consejo Científico Internacional (ya era profesor de la USAL) y Raúl D. Motta como Director Ejecutivo, se instala institucionalmente en el marco del Vicerrectorado de Investigación y Desarrollo del Rectorado de la USAL. Más información en www.complejidad.org.



6. Creación de la Cátedra Itinerante UNESCO Edgar Morin (CIUEM).

En 1998 Raúl D. Motta es invitado a participar en la comisión organizadora del Primer Congreso Interlatino para el Pensamiento Complejo (CILPEC), realizado en Río de Janeiro en diciembre de ese año y que contó con el apoyo de la Universidad Cándido Mendes y de la UNESCO. En el contexto de aquel congreso el Dr. Federico Mayor, entonces Secretario General de la UNESCO, le propone a Edgar Morin la creación de una cátedra itinerante para la difusión de su obra, con la mayor calidad académica y profesional posible y dentro del programa de cátedras de la entidad.

Un año después Morin decide crear la Cátedra y ubicarla institucionalmente dentro del IIPC, nombrando como su Director a Raúl D. Motta. La cátedra desde su creación hasta el presente, viene desarrollando intensas actividades de difusión y de formación con contenidos actualizados
provenientes de las investigaciones del IIPC. Más información en www.ciuem.org.



7. El Proyecto Comunicólogos.

Paralelamente, a fines de 2000 Alejandro Ruiz Balza comienza con el desarrollo de Comunicólogos, un proyecto que tiene como objetivo inicial el desarrollo de la primera Red de Comunicadores Sociales de Iberoamérica. Para su desarrollo un Equipo de Investigación compuesto por Profesionales, Docentes, Periodistas y Estudiantes avanzados de Comunicación Social comienzan a trabajar en la puesta en sistema de las diversas teorías, prácticas y técnicas que desde diversos enfoques abordan el Objeto-Dinámico: Comunicación, orientados por la lectura del proyecto de la Enciclopedia señalado por Edgar Morin en el Método I.

Así, con la mirada puesta en En-ciclo-pedia (agkuklios paidea): aprendizaje que pone el saber en ciclo, el Equipo de Comunicólogos se propone ir más allá de la mera acumulación alfabética de elementos universales o vinculados con un campo de saber específico, para trabajar en la organización y articulación permanente de los múltiples y diversos puntos de vista que concurren para el desarrollo de las siempre conjugadas en plural "Ciencias de la Comunicación".

A lo largo de años, se fueron construyendo y generando los cada vez más necesarios espacios de consulta y reflexión permanente sobre las Teorías, Enfoques, Modelos, Escuelas, Metodologías, Técnicas y Herramientas que hacen a ese ámbito del conocimiento y su articulación con la práctica profesional, lo que fue llevando la iniciativa de intercambios vía correo electrónico entre colegas de toda la región, a la consolidación de un extenso sitio web que continúa desarrollándose desde 2003 a la fecha.

Casi una década después, Comunicólogos converge con el otro conjunto de proyectos desarrollados para generar un esquema de sinergia que multiplique el crecimiento y difusión de los mismos. Más información en www.comunicologos.com.



8. Creación del Proyecto Ágora.

Luego de las experiencias y el desarrollo teórico y práctico sobre estas temáticas durante diez años, Raúl D. Motta percibe una dimensión del problema, que hasta la fecha, no había considerado específicamente: la relación o falta de relación entre la filosofía (entendida como un pensamiento que se quiere y afirma como autónomo), las dinámicas específicas del espacio público (que incluye también la dimensión imaginaria y temporal) y las condiciones reales y efectivas del desarrollo del régimen democrático en este nuevo contexto de desafíos globales y complejos.

En efecto, si uno de los convencimientos de los miembros de esta Cátedra es que la humanidad, en general, y las personas en particular, se encuentran en un contexto inédito, cuyos problemas (enormes, es decir en la mayoría de los casos, fuera de norma conocida), demandan altas dosis de reflexión y creatividad, entonces esto implicará también la necesidad de asumir la relativa obsolescencia de las instituciones de gobierno y sus propias estructuras conceptuales.

De esta manera es posible deducir a su vez, dos aspectos centrales: por un lado, que estos problemas hace tiempo vienen demandando altas dosis de creatividad, tanto individual como colectiva. Y por otro lado, es insoslayable la necesidad de crear las condiciones efectivas de posibilidad para la realización de acciones y decisiones participativas en distintos niveles de gestión, con capacidad de autocrítica y reflexión que no pueden descentralizarse ni transferirse, en su totalidad, a las esferas tecnocráticas de gestión.

Más allá de las condiciones económicas y culturales que puedan desfavorecer dicha participación e incluso aunque estas sean propicias, el obstáculo principal para estos fines, sigue siendo el divorcio entre un pensamiento libre y autocrítico (cada vez más ausente en el sistema educativo, en la vida familiar y en las actividades sociales), en directa relación con la imperiosa necesidad de la libre determinación de los ciudadanos en la transformación de sus instituciones y en la creación de instancias organizacionales para tal fin (en un sistema que comienza a sufrir el fracaso de la opción tecnocrática tanto pública como privada).

Por más difícil y hasta incluso improbable que fuera esta necesidad, para la CIUEM no deja de ser una verdad y un impostergable desafío, que requiere ser elucidada en la práctica y por medio de proyectos de investigación y acción tendientes a identificar los obstáculos y desafíos que conllevan la generación de una nueva dinámica ciudadana para la resolución de estos problemas. Por último era preciso también relacionar el Pensamiento Complejo y la Transdisciplinariedad con la filosofía.

Por tales motivos y en consonancia crítica con los objetivos de la UNESCO al respecto, Raúl D. Motta crea en el año 2006 este proyecto y el siguiente año lo instituye en el ámbito de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) de México y con el apoyo de las autoridades correspondientes, se instaura y se pone en rumbo y a navegar el proyecto de investigación y desarrollo denominado: “Proyecto Ágora”, cuyo objetivo específico consiste en el estudio de los obstáculos y las condiciones efectivas de posibilidad del restablecimiento de los vínculos existentes, desde su nacimiento, entre el libre ejercicio de la autonomía del pensamiento (filosofía), la configuración permanente del espacio público (ágora) y la cogeneración también permanente, de las condiciones institucionales del régimen democrático.

Para Raúl D. Motta el “Proyecto Ágora” intenta reanimar la discusión y el análisis sobre el rol de la filosofía, tanto en la universidad como fuera de ella, mediante una investigación y revisión de los ejes principales directamente relacionados con la construcción de un pensamiento autónomo, en un contexto de debilitamiento progresivo del régimen democrático. Esto implica implementar un debate dentro de las facultades de filosofía y también crear las condiciones para la formación de jóvenes investigadores, y al mismo tiempo, de líderes y animadores del asunto. Condición que al mismo tiempo requiere la democratización de la filosofía y las condiciones para su acceso.

Se suman a lo anterior, dos dimensiones que no pueden estar disociadas del problema, el análisis desde esta perspectiva, del estado de las currículas y de los profesores dedicados a la enseñanza de la filosofía en especial, en el nivel medio y la presencia o ausencia de ella como pensamiento autónomo, en aquellas organizaciones (redes sociales informales, organizaciones no gubernamentales específicas, etc.), que declaran ser protagonistas en el desarrollo y fortalecimiento de las condiciones para el sostenimiento y la regeneración de la ciudadanía democrática.

El proyecto Ágora intenta investigar las causas de la pérdida del protagonismo de la filosofía en el ámbito de las sociedades hispanoamericanas, a partir de la pregunta por el estado de situación de la relación entre la filosofía y el espacio público en sus sociedades.

En este sentido, es preciso buscar el protagonismo de la filosofía en el lugar donde se ha replegado; es decir, en la educación y observar en dicho territorio, qué obstáculos y qué oportunidades favorecen esa situación o permiten una alternativa de cambio de estatus. Por otro lado, es preciso también buscar al ciudadano en su repliegue en las ONG´s o en la experimentación de alternativas en los movimientos y redes sociales, para recrear los vínculos entre éste y la filosofía.

En el año 2009 Alejandro Ruiz Balza se incorpora formalmente a la Secretaria Académica del PA y a los Consejos del IIPC y la CIUEM respectivamente. Junto con Raúl D. Motta y un Consejo Editorial renovado impulsan la edición digital de la Revista Complejidad.



Notas

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[1] En la USAL de ese entonces se contó con la valiosa enseñanza y el apoyo de profesores como Amelia Podetti, Agustín de La Riega -ambos fallecidos- y Carlos Cullen.

[2] Raúl D. Motta cuenta que mucho tiempo después y poco antes del atentado criminal e impune contra la comunidad judía AMIA, tuvo un encuentro casual con dirigentes de la juventud de esta entidad, mediante y gracias a lo cual comprendió no sin conmoverse el sentido de la realización de los grupos de lectura del Banquete de Platón. Ellos le contaron que durante la ocupación Nazi en el Gueto de Varsovia existió un profesor de filosofía que todas las noches leía a los jóvenes partes de este texto, con la finalidad de que cuando se durmieran no sufrieran pesadillas. Y Motta agrega que si bien los participantes de sus grupos de lectura no sufrieron la crueldad y el permanente horror del exilio y el exterminio de aquellas personas, sin embargo podía recordar las horas de miedo y desesperanza que frecuentemente se hacía presente entre nosotros en aquellas circunstancias.

[3] Los socios fundadores de ACI que conformaron la primera Comisión Directiva fueron los siguientes: Presidente: Alborto Baltasar Ford Hurtado, Vice-presidente: Ángel Jorge Petriella, Secretario: Raúl Domingo Motta, Prosecretario: Fernando Marino Aguirre, Secretaria de actas: Gloria Nilda Morales, Tesorera: Ana María Miraglia, Pro-tesorero: Leonardo Bleger, Vocales titulares: Horacio Alejandro Ruíz Balza, Luisa María Rohr, Carlos Cohen, Jorge Augusto Pereda, Eva María Sarka. Vocales suplentes: Raúl Adolfo Pessaq, Gisela Verónica Cerelly, Mariana Pereda, Marcelo Damián Ferder, Graciela María Silva. Comisión fiscalizadora: Ana María Gravier, Gisela Denise Wisniacki, Horacio Nelson Merele. Suplentes: Francisco Pereda y Rodolfo Augusto Biagiola.